viernes, 22 de febrero de 2013

Cómo narrar con imágenes

La fotografía es una herramienta de expresión muy potente para contar historias verdaderamente complejas. Todas las fotografías cuentan una historia, siempre tienen algo detrás.
Podemos narrar distintos tipos de historia según sean reales (captadas) o inventadas (ficcionadas):
  • La historia retratada: vemos algo que nos llama la atención y lo capturamos. Las especialidades que más juegan con esta visión fotográfica son la fotografía urbana, la de deportes o el fotoperiodismo, entre otras. En general, tiene más importancia la capacidad de transmitir aquello que se está viendo que los parámetros técnicos de la fotografía (aunque, evidentemente, éstos no se deben olvidar.
  • La historia (re)creada: consiste en recrear una historia real o inventada a través de un escenario y uno o varios sujetos.  Las disciplinas fotográficas que más se sirven de esta visión son la fotografía de moda, la fotografía macro, etc. Consiste en planear hasta el más mínimo detalle la fotografía resultante, vigilando que todos los detalles tengan algún significado y que, por lo tanto, no haya nada fortuito.



En la realización de un proyecto fotográfico es indispensable que haya habido una pretensión previa que otorgue sentido a la suma de imágenes, pues se tarat de conjunto de fotografías con unos fines artísticos y comunicativos determinados.
 
De esta forma, se consigue que el conjunto de imágenes haga referencia a ideas o emociones que no sería posible transmitir mediante una única fotografía. Consiguiéndose un mensaje global mucho más rico y complejo. Cada fotografía aporta significado a la suma, y el significado final puede ir incluso más allá de cada una de las imágenes que lo componen. Se establece una relación narrativa entre sus imágenes. El significado de una imagen no se encuentra sólo dentro de sí misma, sino en la relación que establezca con las demás. Su interpretación queda supeditada, por tanto, no sólo a las imágenes que hayamos visto antes de ella; ha de quedar abierta a la espera de las imágenes que puedan venir después. 
 
Por tanto, para conseguir articular un proyecto es fundamental que haya coherencia formal en su presentación, coherencia en la estética elegida, y cohesión en el contenido.
 
Algunas consideraciones a tener en cuenta en la narrativa fotográfica:
  • Acompañar las fotografías con otros elementos. Puedes darle más dimensión a la imagen si acompañas las fotografías de algún texto que las ilustre. También puedes relacionarlas con canciones, vídeos... Si eres capaz de explicar la historia por más de un medio, el conjunto que realices tendrá mucha más fuerza.
  • Conviértelo en tu proyecto personal. Puedes intentar crear una verdadera novela fotográfica que te acompañe durante un tiempo en tu andadura fotográfica.
  • Que las fotografías que hagas tengan algo en común más allá de la historia que explican. Puede ser la estética, los encuadres, los personajes, el procesado. Cualquier cosa sirve. El caso es que se vean como una serie y no como fotografías sueltas. Eso hará que tu narrativa tenga más consistencia.
  • Que no haya detalles gratuitos en las imágenes. Es decir, que todo tenga un sentido o un significado. Puedes servirte de los detalles para definir a los personajes de tu historia, para adelantar cosas que pasarán en un futuro, para relacionar acciones con alguna imagen del pasado...
  • Que haya cierto factor humano. Es cierto que puedes crear historias sin que en ellas aparezcan personas, pero un simple detalle humano (como puede ser una mano o una sombra) hace que una imagen nos llame mucho más la atención.
  • Que mires y analices muchas fotografías planteándote la historia que puede haber detrás de ellas y qué puede haber querido transmitir el fotógrafo. Analiza hasta el más pequeño detalle.

¿Cómo realizar una serie de fotografías con una historia que las una?
·        Lo primero de todo es hacer una lista de los elementos que van a aparecer representados. Profundiza bien, defínelos, te ayudará mucho a elaborar toda la historia sin que ésta tenga incongruencias.
·        Después debes crear la historia: escríbela para que tu narrativa fotográfica tenga un sentido completo y no haya incongruencias entre las distintas fotografías-capítulos es necesario tener presente lo que vas a explicar.
·        El siguiente paso es empezar a planear las imágenes que formarán tu historia. ¿De cuántas imágenes estamos hablando? ¿Qué formato utilizar? Debes tener las imágenes en tu cabeza antes de tomarlas. También deberás empezar a pensar el escenario en el que tomarás tus fotos, el ángulo que usarás, el mejor objetivo...
·        El tiempo es importante. O sea, debes organizar muy bien el calendario. ¿Cuándo tomarás las fotos? ¿En qué orden lo harás? ¿Qué luz te va mejor para cada escenario? Lo ideal sería que, antes de ir a tomar las fotos, visites tus escenarios para conocer la luz que hay en cada momento y, así, poder decidir cuando debes ir a tomar las imágenes. De esta manera, también, podrás controlar que todas las imágenes tengan la misma luz y, así, sean más una serie que un conjunto de fotos independientes. 

Y no olvides que debes de tener siempre muy presente los aspectos técnicos, estéticos y compositivos de la fotografía aunque tu atención se centre en contar una historia.

 
Ejemplos de proyectos fotograficos con coherencia narrativa:

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